Mi querido, mi bello destino:
Hoy quiero imaginar un nuevo día, no importa si es con un
bello cielo azul y un radiante sol o con unas nubes grises con
delicadas gotas de lluvia naciendo de ellas… pero quiero imaginar
que todo el día me acompaña tu pensamiento.
Hoy quiero que tengas pensamientos positivos, confiando que
todo podremos lograrlo siempre que nos tengamos el uno al
otro. Confío también, que pese a la distancia, en todo
momento puedas sentir mi presencia, que los latidos de tu
corazón te hablen de mí, y que en tus pensamientos viva yo,
así como tú vives en los míos.
Hoy al despertar, quisiera provocarte una sonrisa, recordarte
que me tienes para ti, al igual que yo agradezco tenerte en
cada pequeño pensar del día y en cada minúsculo momento que
suceda, pues mi existencia se llena contigo y siempre te llevo
presente en todo lo que hago y digo… Eres todo en mi vida, y
todo cuanto hago no lo hago por mí, sino por nosotros.